Creo que hay una probabilidad muy alta de que todos nacemos con un propósito en la vida. Pero de lo que sí estoy completamente seguro es de que las personas que alcanzan el éxito y la felicidad son aquellas que han logrado identificar, aceptar y honrar ese propósito.
Tener un propósito en la vida da plenitud a todas las cosas que uno hace.
Sin un propósito en la vida es muy fácil perder el rumbo y lograr muy poco.
Si tenés un propósito significa que estás orientado, estás haciendo lo que te encanta, estás haciendo lo que sabés hacer bien y estás logrando lo que es importante para vos.
Como consecuencia de estar centrado en tu propósito, las personas, los recursos y las oportunidades que requerís fluyen naturalmente hacia vos.
Una vez que sepas cuál es tu propósito en la vida, podés organizar todas tus actividades en torno a él.
Pero, ¿cómo hago para descubrir mi verdadero propósito?
La clave está en poner atención en tu interior. Imaginá por un momento que tenés un sistema de guía interno que te dice cuando estás orientado o no hacia tu propósito, con base en el grado de felicidad que estés experimentando. Las situaciones o cosas que te dan mayor alegría están en armonía con tu propósito.
A continuación te voy a compartir un ejercicio que utilizo cuando imparto talleres de Los Principios del Éxito de Jack Canfield y que es muy útil para descubrir tu propósito.
Ejercicio para descubrir tu propósito en la vida
- 1Enumerá dos de tus cualidades personales que te distingan, como entusiasmo y creatividad.
- 2Enumerá una o dos formas en las que disfrutás expresando tus cualidades al interactuar con los demás, como apoyar e inspirar.
- 3Suponé que, en este momento, el mundo es perfecto. ¿Cómo lo ves? ¿Cómo interactúan las personas? ¿Cómo se siente? Escribí tu respuesta en forma de enunciado en tiempo presente, describiendo cómo se sentiría un mundo perfecto. Recordá que un mundo perfecto es un lugar divertido.
Ejemplo: Todos expresan libremente sus propios y exclusivos talentos. Todos trabajan en armonía. Todos expresan amor. - 4Combiná los tres incisos anteriores en un solo enunciado. Ejemplo: Mi propósito es utilizar mi creatividad y mi entusiasmo para apoyar e inspirar a otros a que expresen libremente sus talentos con amor y armonía.
Otra forma de poner en perspectiva tu propósito es dedicar un rato de meditación para interrogarte en lo más íntimo de tu ser. Cuando estés relajado y estés en tranquilidad, preguntáte: ¿Cuál es mi propósito en la vida? o ¿Cuál es mi papel único en el universo? Dejá que la respuesta simplemente te llegue. Para terminar te hago una pequeña ADVERTENCIA: las palabras que lleguen no tienen que ser poéticas; lo que importa es el grado de inspiración que te puedan infundir.
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