La edad nunca debe ser un factor que determine si empezar o no algún proyecto. En ocasiones se cree que es demasiado tarde para lograr el éxito y en el otro extremo también sirve de excusa el creer que se es demasiado joven o que no se tiene la experiencia necesaria para empezar.
Aquí hay unas historias inspiradoras que demuestran que la idea de que la juventud o falta de experiencia son obstáculos para lograr el éxito, es totalmente falsa.
Ryan Ross
Ryan Ross es un chico canadiense con mucho ingenio, tenía tres años cuando comenzó un negocio de gallinas y huevos en el patio trasero de la casa de sus padres. Tenía 60 gallinas y vendía a 3 dólares la docena de huevos. Con esto ganaba 15 dólares al día.
Después del negocio de las gallinas inició otro proyecto. Esta vez se dedicó a cortar césped. Cobraba 20 dólares por hora a sus clientes, pero debido a que era muy pequeño para operar él mismo la cortadora de césped, les pagaba 15 dólares la hora a chicos mayores para que hicieran el trabajo.
Trabajando el césped se dio cuenta que la gente no solo necesitaba cortarlo sino que también necesitaba regar el césped. Así que se aventuró en este negocio. Ryan encontró a varias personas más que estaban regando por lo que decidió dividir la ganancia en partes iguales.
Cuando Ryan tenía cinco años, ya estaba invirtiendo sus ganancias en la compra de bienes raíces. A la edad de 8 años, era dueño de seis edificios en Ontario en Columbia Británica.
Según Savannah Ross, la madre de Ryan, en la escuela, ninguno de los otros chicos creía que Ryan pudiera convertirse en empresario y dueño de sus propias empresas, todos incluyendo a los profesores, pensaban que solo se estaba jactando.
Alec Graven
Alec Graven tenía nueve años cuando la editorial HarperCollins publicó su primer libro, Aprende a hablar a las chicas. En los tres primeros meses, el libro estuvo en la lista de los más vendidos del New York Times.
Un años después, publicó tres libros más y cuando tenía casi once años, publicó otro libro titulado Rules for School. Actualmente sus libros están disponibles en 17 países.
Ryan Hreljac
La historia de Ryan Hreljac es la de un niño que a los seis años de edad, se impresionó al enterarse que los niños africanos tenían que caminar muchos kilómetros todos los días para conseguir agua. Así que decidió que necesitaba construir un pozo para una aldea africana.
Habló con iglesias y escuelas sobre el tema del agua potable y logró recaudar el dinero suficiente para construir su primer pozo en el norte de Uganda cuando tenía 8 años de edad.
Ryan tuvo la determinación que lo llevo a establecer la Fundación Ryan’s Well, que ha recaudado millones de dólares y ha realizado 878 proyectos de agua y 1120 letrinas en 16 países, ofreciéndoles acceso al agua potable a más de 823000 personas.
Jaylen Bledsoe
Jaylen Bledsoe tenía solo 12 años cuando abrió su propia compañía de tecnología, Bledsoe Technologies, especializada en diseño web.
En dos años, la compañía pasó de tener 2 empleados a 150 trabajadores y se había convertido en una empresa global.
Brianna y Brittany Winner
Brianna y Brittany son gemelas idénticas, tenían doce años cuando terminaron su primera novela, The Strand Prophecy, que fue distribuida por Barnes & Noble. Cuando todavía estaban en la escuela ya habían escrito 4 novelas.
Lo sorprendente de la historia de estas hermanas gemelas es que ambas son disléxicas.
Estas historias demuestran que aún siendo muy joven se puede lograr el éxito.
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