Recientemente he estado pensando en todo aquello que uno deja de hacer por el hecho de no sentirse preparado para esas tareas o creer que no se cuenta con lo que se requiere.
También he observado que existen personas que a pesar de no tener realmente las habilidades necesarias se avientan a hacer cosas. Y para asombro de muchos, aprenden en el camino y triunfan.
Por lo tanto, parece ser que lo que realmente importa es empezar, no importa si se tienen todas las habilidades necesarias. Lo que haga falta seguramente se aprenderá en el camino.
El secreto más grande para manifestar lo que uno desea, después de tener un sueño que realmente nos apasione y que nos importe lo suficiente, es actuar. Hay que actuar incluso cuando uno no sepa qué hacer. Incluso si no parece muy esperanzador. También hay que actuar a pesar de no saber si esos pequeños «pasos de bebé» que estás dando harán una diferencia.
Aunque muchos no la tengan, realmente tener una meta es muy fácil. Que esa meta sea importante para uno, también es fácil. Pero tomar acción, eso ya no parece ser tan fácil.
Y en esto último es que muchos quedamos estancados sin lograr algo significativo en la vida. Así que para lograr hacer realidad nuestros sueños lo primero que tenemos que hacer es ponernos en movimiento. Solamente cuando uno actúa es cuando recibimos respuesta de la magia de la vida.
Entonces es momento de hacer algo en dirección hacia nuestros sueños. Recordemos que no es necesario saberlo todo para empezar. La clave es ser constante en lo que se hace y de esta forma en el momento menos esperado la magia aparecerá.
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