Muchos tenemos creencias limitantes que nos alejan del éxito. Estas pueden ser tan evidentes como cuando creemos que no contamos con las habilidades necesarias para lograr éxito. También pueden ser creencias no tan evidentes como por ejemplo, andar por la vida cargando una especie de desmerecimiento y no estar consciente de esto.
La creencia limitante que frecuentemente experimentan la mayoría de personas, es creer que no se tiene la capacidad de logra las metas fijadas. Esto sucede incluso cuando se ha tenido acceso a buenos materiales educativos y a recursos que mejoran el conocimiento. A pesar de gozar de esos recursos, son frecuentes comentarios como estos: No lo puedo hacer. No sé cómo hacerlo. No tengo ni idea de cómo empezar, etc.
La mayoría adquirimos algunas de esas creencias durante nuestra infancia gracias a nuestros padres, abuelos y demás adultos con quienes crecimos. Esto no quiere decir que esos adultos hayan sido malos con nosotros, sino todo lo contrario. Ellos tuvieron las mejores intenciones hacia nosotros, por ejemplo cuando nos dijeron cosas como: Eso es demasiado para un niño, dejá que yo lo haga. Sin embargo, esto dio origen a creencias limitantes en nosotros.
Con ese tipo de conductas fuimos reforzando un sentido de incapacidad hasta llegar a la vida adulta, . Ahora siendo adultos somos nosotros mismos los que buscamos cómo reforzar la creencia de ser incapaces de lograr algo. En otras palabras ahora buscamos nuestros propios «fracasos».
Ahora bien, esto parece muy fácil de superar porque bastaría con cambiar nuestro diálogo interno, es decir cambiar lo negativo por lo positivo. Por ejemplo en vez de decir: No puedo lograrlo. Cambiar por: Puedo hacerlo o puedo lograrlo.
Parece sencillo, ¿pero qué pasa cuando ni siquiera tenemos idea de cuáles son las ideas limitantes que nos impiden lograr nuestras metas?
Con respecto a esto, me encanta lo que propone Mike Dooley, menciona este autor que sería casi imposible lograr identificar qué creencias son las que limitan nuestro éxito. Y que en ese caso, es más poderoso inundar nuestra mente con pensamientos positivos. La idea es que estos sobrepasen el efecto de las creencias limitantes que tenemos y que no sabemos cuáles son como para poder cambiarlas.
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