Creo que una de las principales razones por las cuales no logramos metas altas es porque realmente nos dan miedo y las vemos como imposibles de alcanzar. Por ese motivo, ni siquiera pensamos que una meta alta se puede llegar a lograr dando pequeños «pasos de bebé» de forma regular. El secreto es dar pequeños pasos para lograr grandes cambios.
¿Pasos de bebé?
No me refiero literalmente a los pasos que un bebé da cuando está aprendiendo a caminar. Me refiero a pequeñas acciones que podemos hacer a diario y que nos acercan cada vez más a lograr nuestras metas. Pero no cualquier meta, me estoy refiriendo a esas que dan miedo y que por eso las dejamos abandonadas.
Veamos algunos ejemplos de esos «pasos de bebé». Empezamos con algo pequeño, aunque para algunos parezca algo simple, leer un libro completo es una meta que muchos se proponen. La pequeña acción aquí sería leer una página cada día. Al final del año se habrá leído un libro de 365 páginas.
De forma similar puede hacerse si la meta es escribir un libro. Se puede escribir una página diaria o bien dedicarse a escribir por un lapso de una hora. Esta hora puede dividirse en 3 segmentos de 20 minutos y pueden llevarse a cabo por la mañana, mediodía y por la noche.
Por otro lado, una meta que a muchos les gustaría alcanzar pero al mismo tiempo les asusta es correr un maratón. Los que saben de este tema estarán de acuerdo en que lo que se requiere para alcanzar la línea de meta es entrenar varias semanas antes. La clave es ser consistente con los entrenos.
En cuanto a metas financieras, ahorra cada semana aunque sea una mínima cantidad nos ayudará a lograr el hábito del ahorro y también crearemos una mentalidad de abundancia porque de esta forma nuestro subconsciente percibe que tenemos dinero de sobra.
En fin, no se trata de dar esos «pasos de bebé» por la distancia que puedan cubrir sino para ponernos en movimiento hacia nuestras metas. Empezá a dar pequeños pasos para lograr grandes cambios en tu vida.