Crea la vida que has estado soñando
En algunas ocasiones he mencionado que una de las principales razones de por qué no logramos lo que queremos, es debido a que no hemos definido con suficiente claridad qué es lo que realmente deseamos.
¿Qué tan poderoso es tener claro lo que uno quiere?
Te invito a averiguarlo viendo este video con la historia de Monty Roberts.
Empezar de nuevo en el presente es una opción que todos podemos hacer en cualquier momento. Aunque en algunos casos no sea fácil, esta opción puede llevarnos a lograr mejores resultados.
Carl Bard
Aunque nadie puede volver atrás y empezar de nuevo, cualquiera puede empezar ahora y tener un final totalmente nuevo.
No hay nada que se pueda hacer para cambiar lo que quedó en el pasado. Por esa razón es una muy mala elección insistir, preocuparse o lamentarse de ese pasado. Además de esta forma se pierde de vista el presente y podríamos estar creando un futuro muy confuso.
La mejor opción es empezar de nuevo en el momento presente para abrirse a infinitas posibilidades para tener un nuevo final.
Realmente vale la pena abrir la mente hacia un nuevo comienzo que tiene el potencial de traernos un nuevo sentido de prosperidad y logro.
Al reflexionar sobre logros en la vida y darse cuenta que las metas que alguna vez tuvimos no se hicieron realidad, tratamos de justificar la falta de resultados. Lo más común es culpar a factores externos por esa falta de resultados en vez de asumir la responsabilidad de la situación.
Aunque sí pueden existir ocasiones en que algún factor externo pueda influir en nuestros resultados. La verdad es que en casi todos los casos, nada te detiene más que tus propios pensamientos. En otras palabras, todas las barreras que te impiden lograr lo que siempre has querido solo existen en tu mente.
La percepción que se tenga sobre uno mismo es lo que determina lograr algo y avanzar o quedar estancado y no alcanzar nada. También la percepción que se tenga sobre el mundo influye en nuestros resultados. Pensar que la vida es injusta y que «debería» ser de otra manera es una gran barrera hacia nuestras metas.
No importa si al reflexionar nos damos cuenta que tenemos este tipo de barreras mentales. Lo importante es reconocer que todos esos pensamientos solo están en nuestra mente y podemos cambiarlos por pensamientos positivos sobre uno mismo y sobre la vida. De esta forma estamos asumiendo la responsabilidad de nuestras vidas.
Seguir avanzando a pesar de no ver el camino completo es lo que distingue a quienes logran grandes cosas. Cosas que para los demás parecen imposibles y a eso algunos lo llaman milagro y otros le dicen suerte, pero para quienes lo logran solo es perseverancia.
Una vez que hayamos decidido qué es lo que queremos lograr y empecemos a dar pasos en esa dirección. Lo siguiente para hacer «milagros» en nuestras vidas es perseverar cada día con pequeñas acciones orientadas a nuestra visión.
Aunque la tristeza, desesperación, cansancio y desilusión nos invadan en algún momento, la perseverancia debe ser constante. Como se mencionó anteriormente, esto es lo que diferencia a las personas que logran grandes cosas y los que no obtienen nada significativo en la vida.
Algunos dicen que para lograr cosas grandiosas, todo es cuestión de suerte. Para los que piensan de esta forma, la respuesta es, sí. La suerte sí existe, se consigue con perseverancia.
También es posible el éxito de la noche a la mañana, solamente hay que mantenerse despierto haciendo lo que se requiere y perseverar durante la noche. Incluso cuando la noche sea muy, pero muy larga.
Entonces lograr grandes cosas es similar a lo que aquella frase motivacional dice: “La gota de agua rompe la roca no por su fuerza, sino por su constancia”.
La fórmula para lograr grandes metas es realizar pequeñas tareas una a la vez. Realmente no existe una fórmula mágica para lograr una meta grande con una sola tarea. Por lo tanto, no hay que subestimar el poder de las pequeñas acciones.
El secreto del éxito es dividir las tareas más abrumadoras en pequeñas tareas manejables.
Mark Twain
La ruta a seguir para lograr objetivos grandes es empezar por decidir qué es lo que realmente se quiere.
Luego hay que elaborar una lista de metas que sean específicas, medibles, alcanzables y que tengan una fecha límite para realizarlas.
El siguiente paso es determinar los pasos a seguir, en otras palabras hay que hacer un plan de acción con lo que se necesita llevar a cabo para lograr cada meta. Aquí es en donde las tareas pequeñas entran en acción, hay que realizar una a la vez.
La clave es enfocarnos en pequeñas tareas que sean fáciles de realizar.
Lo que hace la diferencia entre tener un sueño y que ese sueño se haga realidad es una sola cosa, es empezar. Aunque esto parezca demasiado obvio la verdad es que muchos sueños se quedan solamente en eso porque simplemente no se empieza a hacer algo para alcanzarlos.
Wayne Dyer
¡La razón principal por la que no has completado lo que dices que te gustaría, es que te has negado a empezar!
Realmente muchas veces no se empieza simplemente porque no se sabe cómo. Esta situación se describe muy bien en una frase muy común que dice: una meta sin un plan es tan sólo un deseo.
Tomando en cuenta esto, sería muy valioso revisar nuestra lista de metas, si es que la hemos hecho, y analizar si realmente son metas o sólo deseos los que aparecen en nuestra lista. En el caso de que no tengamos una lista, ahora es un buen momento para iniciar una.
Si no tenemos un plan para pasar de una lista de deseos a una verdadera lista de metas, la mejor manera de empezar a hacer algo es comenzar por hacer un plan. No es necesario hacer un plan detallado, lo importante es la acción, ponerse en movimiento. No es necesario ver el camino completo, a medida que se vaya avanzando la ruta irá apareciendo.