Una de las razones por la que muchas personas tenemos dificultad para avanzar al éxito y lograr nuestras metas y objetivos es porque andamos por la vida con el freno de emergencia psicológico puesto.
¿Te ha pasado alguna vez al conducir un automóvil que sentís que este avanza con dificultad y de repente te das cuenta que no quitaste el freno de mano o freno de emergencia, como sea que lo llames? ¿Qué hiciste? ¿Aceleraste a fondo? Por supuesto que no, simplemente quitaste el freno de mano.
Lo mismo sucede con nuestros pensamientos, son estos los que nos frenan de avanzar al éxito. Muchas personas nos aferramos a las imágenes e ideas negativas que tenemos de nosotros mismos y sufrimos los efectos mentales y emocionales de experiencias pasadas que aún no hemos podido superar.
Otros aspectos que sirven de freno incluyen: permanecer dentro de una zona de confort que uno mismo ha creado y tener ideas erróneas sobre la realidad o sentimientos de culpa y falta de confianza en uno mismo.
En consecuencia, por mucho que uno se esfuerce para alcanzar las metas deseadas, las imágenes, pensamientos, creencias e ideas negativas y las zonas de confort siempre terminan anulando las buenas intenciones.
¿Cómo logran avanzar al éxito las personas triunfadoras?
Una buena práctica para aprender es hacer lo que hacen quienes triunfan en la vida. Este tipo de personas han descubierto que en lugar de utilizar una mayor fuerza de voluntad como el motor para impulsar su éxito, es mucho más fácil “quitar el freno” esto significa liberarse de sus creencias limitantes, cambiar su autoimagen y liberarse de emociones negativas como el temor, el resentimiento, la ira, la culpa y la vergüenza.
Aunque parezca una práctica sencilla la verdad es que no es fácil de ponerla en práctica. Simplemente no sucede de la noche a la mañana porque generalmente ni siquiera estamos conscientes de cuál es nuestro “freno”. Por lo que mi consejo es que empieces a poner más atención a los pensamientos que se presentan cada vez que dejás de hacer algo en dirección a tus metas. En otras palabras, ¿cuáles son tus excusas? Cuando tengas las respuestas significa que ya identificaste tu “freno” y ahora estás listo para quitarlo y avanzar al éxito.