Creo que muchas veces andamos por la vida esperando que milagrosamente nos lleguen oportunidades que cambien nuestras vidas. Y en la espera del milagro pasamos por alto que para lograr lo que queremos, primero hay que actuar.
La imaginación no significa nada sin acción.
Charlie Chaplin // Actor
Hay una historia sobre un hombre que va a la iglesia y hace esta oración: «Dios, necesito una oportunidad. Necesito ganar la lotería. Cuento contigo, Dios».
El hombre regresa a la iglesia una semana después y vuelve a orar: «Dios, acerca de la lotería, he sido bueno con mi esposa. He dejado de beber. He sido realmente bueno. Dame una oportunidad. Permite que gane la lotería».
La siguiente semana, sin haber ganado un solo billete, vuelve a pedir: «Dios, parece que no me estoy comunicando contigo acerca de este asunto de la lotería. He estado utilizando pensamiento positivo, he usado afirmaciones y visualizado el dinero. Dios, dame una oportunidad. Que me gane la lotería».
De pronto se abre el cielo, y una luz blanca desciende e inunda la iglesia y también se escucha una música angelical. Al mismo tiempo se escucha una voz profunda que dice: «Hijo mío, ¡dame una oportunidad! ¡Compra un billete de lotería!».
De la misma forma que el hombre de la historia, es como nos comportamos algunas veces. Queremos los resultados pero realmente no hacemos nada para lograrlos.
La verdad es que no hace falta hacer grandes acciones para empezar, basta con pequeños pasos. Lo importante es comenzar y ponerse en movimiento.
En otras palabras, hay que darle oportunidad al éxito para que pueda llegar a nuestras vidas.
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