Ya he mencionado en otra ocasión lo mucho que me encantan las historias de transformación y de éxito. La historia de hoy es la de un personaje que alcanzó el éxito y la satisfacción personal haciendo aquello que de forma natural sabe hacer tan bien. Esta historia se encuentra en el libro de Ken Robinson y Lou Aronica El Elemento, Descubrir tu pasión lo cambia todo.
Seguramente el nombre Matt Groening no es tan conocido como sí lo es la familia que él creó. Hoy en día los personajes amarillos conocidos como Los Simpsons son conocidos en todo el mundo gracias a la imaginación de Matt.
Según el mismo Matt, su verdadera inspiración la encontró en la obra de otros artistas que sus dibujos no tenían mucha calidad pero que sabían combinar su estilo personal con una narración llena de ingenio.
Como sucede con la mayor parte de la humanidad, sus profesores y padres intentaron convencerle para que hiciera otra cosa. Aquel consejo que hoy en día se sigue repitiendo una y otra vez, ir a la universidad y buscarse una profesión más seria.
Es admirable que a pesar de la desaprobación de las figuras de autoridad (ya sabés de quienes estoy hablando: profesores y padres) Matt no se desanimó. Él sabía qué era lo que en realidad le motivaba, tenía una visión muy clara.
De niño, cuando jugábamos a inventar historias utilizando pequeñas figuritas ya sabía que pasaría el resto de mi vida haciendo aquello. Veía a los adultos dirigirse hacia los edificios de oficinas con sus maletines en la mano y pensaba que yo no podría hacerlo. Para mí todo consistía en jugar y en contar historias.
Conocía las etapas por las que se suponía que tenía que pasar: ir a la escuela secundaria, ir a la universidad, licenciarme y luego salir al mundo y conseguir trabajo. Sabía que en mi caso no iba a ser así, que no iba a salir bien. Sabía que yo me pasaría la vida dibujando.
Decidí que intentaría vivir de mi ingenio. Y debo decir que no pensé que fuera a salir bien. Creía que acabaría teniendo un trabajo de mala muerte y haciendo algo que odiaría. Me veía trabajando en un almacén de neumáticos. No tengo idea de por qué. Pensaba que me pasaría el día haciendo rodar neumáticos y que dibujaría cómics durante el descanso.
Finalmente las cosas resultaron muy diferentes a como Matt alguna vez imaginó. Se trasladó a Los Ángeles, California y con el tiempo consiguió publicar su tira cómica Life in Hell en el periódico L.A. Weekly.
Debido a que ya había comenzado a hacerse un nombre con su tira cómica recibió una propuesta de la cadena televisiva Fox. La propuesta era crear pequeños segmentos animados para The Tracey Ullman Show.
Cuando estaba en las negociaciones con la cadena de televisión fue que creó Los Simpsons. Recuerda Matt que antes de la reunión no tenía ni idea de lo que iba a hacer. Y luego, como suele decirse, el resto es historia.
No obstante, nada de esto habría ocurrido si Matt Groening hubiera seguido los consejos de aquellos que le decían que tenía que dedicarse a una carrera «de verdad».
Es indudable que inclinarse hacia lo que uno desea a pesar del miedo o de no conocer el camino completo es lo que nos empuja a alcanzar el éxito. Matt Groening se inclinó hacia lo que le encantaba y el camino al éxito fue apareciendo.
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