En la búsqueda de una vida plena y feliz, hay ocasiones que sentimos que no avanzamos y aunque estemos poniendo acción en nuestros planes, quedamos estancados sin saber por qué.
Recuerdo una noche en la que estaba viendo un capítulo de una serie de televisión, que por cierto, no tenía nada relacionado a la espiritualidad o al tema de desarrollo personal, pero me dejó una gran lección.
En un diálogo entre dos de los personajes principales, hablan sobre el perdón. Uno de ellos le dice a su compañero:
“Hay un dicho que dice: perdonar es liberar a un prisionero y descubrís que el prisionero eras vos”.
En realidad, creo que por ahí hay una clave en el por qué no logramos avanzar en la búsqueda de la felicidad. No avanzamos porque somos prisioneros de situaciones del pasado que fueron desagradables, que nos causaron dolor y aún cargamos resentimiento y dolor sin darnos cuenta.
La buena noticia es que podemos liberarnos de ese pasado que nos impide avanzar, simplemente con perdonar. Así pues, el perdón puede sacarnos del estancamiento y ahora sí caminar en libertad hacia la vida plena que anhelamos.
¡Es momento de que liberes al prisionero!
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