Nuestros pensamientos tienen energía, y por eso es que cada vez que pensamos estamos usando esa energía. También donde ponemos nuestra atención es hacia donde fluye nuestra energía. Si queremos vivir en plenitud es importante analizar cómo estamos utilizando nuestra energía, porque puede ser para algo que nos aporte algo positivo o también puede ser algo negativo.
La preocupación es una de esas situaciones que absorben en exceso de nuestra energía. Algunas veces estar preocupado por algo puede tener una justificación lógica y podríamos decir que es hasta normal. Sin embargo, con mucha frecuencia nos preocupamos por cosas o situaciones que no tenemos el poder de controlar, por ejemplo la opinión que los demás tienen de uno mismo. Por lo tanto, gastamos bastante energía en situaciones que están fuera de nuestro control.
Lamentablemente, ese tipo de preocupaciones son las responsables de que no avancemos hacia un estado de plenitud en nuestras vidas.
Por otro lado, en vez de estar preocupándonos sobre aquello que no podemos controlar, podemos cambiar nuestra energía hacia lo que sí podemos crear. Los seres humanos somos creadores por naturaleza, entonces solamente tenemos que enfocarnos hacia nuestro poder creador. Es algo simple, es dejar de poner atención a lo que está fuera de nuestro control y dirigir esa atención a lo que sí podemos controlar, como nuestro poder de crear.
Realmente esta es una manera muy efectiva y positiva de gestionar nuestra energía, esto es cierto en el caso de que estemos usando nuestro poder creador para algo positivo. Porque de la misma manera podemos estar usando nuestra poder para crear malestar en nuestra vida.
En fin, es uno mismo el que decide cómo usar este poder, nadie más.