Lo que hace la diferencia entre tener un sueño y que ese sueño se haga realidad es una sola cosa, es empezar. Aunque esto parezca demasiado obvio la verdad es que muchos sueños se quedan solamente en eso porque simplemente no se empieza a hacer algo para alcanzarlos.
Realmente muchas veces no se empieza simplemente porque no se sabe cómo. Esta situación se describe muy bien en una frase muy común que dice: una meta sin un plan es tan sólo un deseo.
Tomando en cuenta esto, sería muy valioso revisar nuestra lista de metas, si es que la hemos hecho, y analizar si realmente son metas o sólo deseos los que aparecen en nuestra lista. En el caso de que no tengamos una lista, ahora es un buen momento para iniciar una.
Si no tenemos un plan para pasar de una lista de deseos a una verdadera lista de metas, la mejor manera de empezar a hacer algo es comenzar por hacer un plan. No es necesario hacer un plan detallado, lo importante es la acción, ponerse en movimiento. No es necesario ver el camino completo, a medida que se vaya avanzando la ruta irá apareciendo.
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