Al reflexionar sobre logros en la vida y darse cuenta que las metas que alguna vez tuvimos no se hicieron realidad, tratamos de justificar la falta de resultados. Lo más común es culpar a factores externos por esa falta de resultados en vez de asumir la responsabilidad de la situación.
Aunque sí pueden existir ocasiones en que algún factor externo pueda influir en nuestros resultados. La verdad es que en casi todos los casos, nada te detiene más que tus propios pensamientos. En otras palabras, todas las barreras que te impiden lograr lo que siempre has querido solo existen en tu mente.
La percepción que se tenga sobre uno mismo es lo que determina lograr algo y avanzar o quedar estancado y no alcanzar nada. También la percepción que se tenga sobre el mundo influye en nuestros resultados. Pensar que la vida es injusta y que «debería» ser de otra manera es una gran barrera hacia nuestras metas.
No importa si al reflexionar nos damos cuenta que tenemos este tipo de barreras mentales. Lo importante es reconocer que todos esos pensamientos solo están en nuestra mente y podemos cambiarlos por pensamientos positivos sobre uno mismo y sobre la vida. De esta forma estamos asumiendo la responsabilidad de nuestras vidas.
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