Es muy frecuente que en la búsqueda de la felicidad, el éxito o una transformación personal, nos sintamos estancados por creer que algo nos falta o que simplemente aún no estamos preparados porque no tenemos las “credenciales” que se requieren. Desafortunadamente dedicamos mucho tiempo tratando de conseguir lo que creemos que nos hace falta en vez de trabajar en nuestros miedos y creencias que son los responsables de que estemos estancados o incluso de que ni siquiera empecemos.
Aunque los miedos y creencias ejercen una fuerte influencia en nuestra conducta, el mayor problema al que debemos poner atención es a nuestra mentalidad. Sin la mentalidad adecuada será muy difícil lograr un cambio positivo en la vida.
Debido a nuestra mentalidad es que tenemos pensamientos como: “No soy lo suficientemente bueno o buena para hacer esto”. “No soy lo suficientemente competitivo para triunfar en los negocios”. “Soy introvertido y por eso no puedo hacerlo”.
Contrariamente a ese tipo de pensamientos, la buena noticia es que uno no tiene que ser el mejor o la persona más astuta para triunfar en lo que sea que queramos hacer. El secreto aquí es que tenés que elegirte a vos mismo. Y esta es una de las lecciones sobre mentalidad más difíciles de dominar: Yo merezco el éxito. Soy lo suficientemente bueno. Estoy listo. Creo en mí mismo.
Finalmente, la verdad es que nunca vas a sentirte lo suficientemente preparado y es probable que nadie te elija. No tenés que esperar a ser ungido por alguien. Tenés que elegirte vos mismo.
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